Mi primer intento, tras años fuera de la creación y preparación de postres, fue una torta de vainilla, básica pero que, preparada con los justos ingredientes y de la manera perfecta puede ser la base para un postre excelente!
Es ese tipo de torta de miga suelta, muy ligera al paladar, casi se deshace en la boca, personalmente para mi perfecta, y lo mejor aún... extremadamente fácil!!!
Acá les dejo los ingredientes, eso sí la foto se las debo, mi cámara pasó a mejor vida, pero con mi teléfono celular podré tomar unas fotos en otro momento...
Ingredientes:
2 tazas de harina leudante
1 1/3 tazas de azúcar refinada
1/2 taza de mantequilla
1 taza de leche
2 cucharaditas de extracto de vainilla
2 huevos
Preparación:
Pre-calentar el horno a 180º C. Enmantequillar y enharinar un molde redondo (20 cms). Dependiendo el tipo de molde o material, se podría colocar papel parafinado en el fondo del molde y enmantequillar.
En un bol grande, cernir los ingredientes secos, mezclar un poco con batidor eléctrico (o de mano). Añadir la mantequilla, leche y vainilla (este paso con la batidora preferiblemente), batiendo por dos minutos aproximadamente. Incorporar los huevos rápidamente (30 segundos).
Colocar en el molde, horneando por 30-40 minutos aproximadamente, la mejor manera de saber si está listo es haciendo la prueba del palillo, si este sale limpio y libre de migas la torta está hecha.
10 jun 2011
Aceptando mi herencia
Pasaron casi 20 años para que nuevamente me picara el gusanito de la repostería, tanto así que aquí estoy, con mi primera entrada en mi primer blog de mi vida.
Recuerdo cuando tenía 10 años y estaba en la cocina de mi mamá, haciendo toda clase de desastres, ponquesitos, merengues, galletas, etc... Pero todo pasó como una estrella fugaz, en algún momento me dedique a las cosas de adolescente y con el ajetreo de la vida adulta nunca llegue a ver la cocina con esos ojos.
Pero hace pocos meses, nuevamente se despertó mi pasión por la repostería, empecé por algunos blogs y poco a poco me sentí entusiasmada a inventar nuevamente, especialmente probar cosas diferentes, a las que mi mamá o mi hermana (ambas magnificas reposteras) jamás harían.
Lo más grandioso de este dulce y empalagoso mundo es colocar una sonrisa en el rostro de los probadores oficiales, algunos sorprendidos de mis nuevos dotes reposteros, pero lo llevo en la sangre, es algo que me sale natural jajaja... Eso si, apenas estoy comenzando, pero la experiencia promete!
Recuerdo cuando tenía 10 años y estaba en la cocina de mi mamá, haciendo toda clase de desastres, ponquesitos, merengues, galletas, etc... Pero todo pasó como una estrella fugaz, en algún momento me dedique a las cosas de adolescente y con el ajetreo de la vida adulta nunca llegue a ver la cocina con esos ojos.
Pero hace pocos meses, nuevamente se despertó mi pasión por la repostería, empecé por algunos blogs y poco a poco me sentí entusiasmada a inventar nuevamente, especialmente probar cosas diferentes, a las que mi mamá o mi hermana (ambas magnificas reposteras) jamás harían.
Lo más grandioso de este dulce y empalagoso mundo es colocar una sonrisa en el rostro de los probadores oficiales, algunos sorprendidos de mis nuevos dotes reposteros, pero lo llevo en la sangre, es algo que me sale natural jajaja... Eso si, apenas estoy comenzando, pero la experiencia promete!
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